"Y no me quedo otra que enamorarme: Porque al mirarlo a los ojos fui feliz. Nuestros gestos se hicieron cómplices Y ya no hicieron falta las palabras. Mi mano se acostumbró al roce de la suya, Mi oído al latir de su corazón… Y enamorarme entonces, Ya no fue cuestión de discusión. La maraña de sentimientos que cada uno albergaba Se vieron confundidas al ver lo que nos pasaba Y a ellas tampoco les quedó otra opción Que perderse en sus ojos y en el latido de su corazón."

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