Conscientemente consintió sus deseos y los lanzó al aire.
Inconscientemente los largo en medio de incertidumbres volátiles.
Conscientemente divagó entre las penumbras de quien quiso darle todo. Inconscientemente se centró en los sollozos de ese cielo incandescente.
Conscientemente amó, sufrió, desató su ira, sus miedos, sus locuras, sus debilidades… inconscientemente se avergonzó de aquello… y conscientemente quiso arrebatárselo a sí mismo, pero inconscientemente no se lo permitió.
Conscientemente pensó en jugársela por aquello, en vivirlo, en hacerlo. Inconscientemente lo logró. Inconscientemente sanó.

Tristeza


Estoy triste... triste triste triste, pero las lágrimas no salen, los suspiros se interrumpen y la melancolía no quiere acompañarme. Igualmente estoy triste, triste triste triste, esa clase de tristeza que no sabemos con certeza pero que alli se encuentra: en el fondo de un suspiro interrumpido, de lágrimas secas y melancolía ausente, triste, tristemente